miércoles, 4 de diciembre de 2013

Poesía

Poesía de Mykke


1
A veces olvido mi existencia, 
provocándome dolor, 
ya no puedo evadir la evidencia, 
que florece en mi interior.
 Las puertas andan cerradas, 
de momento inmunes al amor, 
sentimiento de incertidumbre,
 cuando me pregunto quién, 
cuando me pregunto qué soy yo.

Reflexiono ante tinieblas,
 que asolan mi calma, 
si existiera por fin el alma,
 la vendería si tú te fueras.
 No necesito más luz sagrada,
 no me apetece agua emborrachada,
 ahora solo anhelo durante la noche, 
despertarme y contemplar tu mirada.

Cortijo dedicado,
 un botijo ya enlabiado,
 el tumulto de la gente,
 ronronea en mi oído estropeado, 
dictadura de principios, 
un sorbito aliñado, 
cigarrito en mis dedos, 
y con tu cuerpo a mi lado.

2
Desmesura al aproximarme,
no alcanzo una cantidad exacta,
pero al menos lo intento yo, 
que conste en acta.
Pues no entiendo con certeza lo que siento,
claridad intermitente,
obscuridad temporal,
pero al menos lo intento.
Coraje para ser tú misma, 
valor para dejar de ser tú,
hoy admiro como eres,
mañana seré mejor que tú.
Tú haces el viento,
tú enciendes el sol, 
yo si quieres te soplo,
para que no tengas calor.
Abrigas mi tiempo,
entre cortinas fantasía,
me traes a tu templo,
a rezarle al dios alegría,
que solito que me siento,
en cualquiera de esos días,
pero tú no lo intentas.

3
Mientras camino por el dichoso sendero,
anhelo y espero tu prometido cielo,
y sin verlo llegué a creerlo,
pero la soledad se presentó en mi puerta.
Alcé la mano para recibirla,
la duda invadió el norte,
al final te ignoré cual marqués,
un marqués que nunca tuvo corte.
Volví al olvido junto a mi pena,
disfrutando y esperando ese cielo,
que vendrá a mí cuando rebose paciencia.


4
Lo tenemos todos y sólo el más valiente lo consigue,
pero por mucho empeño que le pongamos,
algo en nuestro interior sobrevive.
Él te describe y te protege de cometer errores,
aunque puede darse el caso de que te impida salir,
tan agusto en tu salón y sus sillones.
A veces habla por nosotros determinando nuestra actitud,
quien sabe controlarlo puede disfrutar mejor que tú.
Otras veces lo buscamos y queremos que sea bueno,
pero él es quien es y esperamos que jamás sea verdadero.
Éste de quien hablo está muy enfermo,
contagia a casi todo el mundo que llega a conocerlo,
él siempre será tu amigo,
pero los amigos a veces traicionan,
jamás te fíes de él,
porque los miedos evolucionan.

5
Tempestuosa tarde de Mayo,
en mi cama escribiendo estoy,
ojalá me cayese un rayo,
al infierno seguro que voy.
A veces me siento solo,
creo que necesito un nuevo abrigo,
que me abrace y me dé fuerzas,
valor para poder estar conmigo.
Obscura niebla bloquea mis sentidos,
cuando intento explorar mi futuro,
añoro algunos seres queridos,
a otros que les den por culo.
Ángeles se presentan en mi puerta,
anunciando la decadencia emocional,
emociones que me perturban siempre,
pero el ángel acaba conmigo,
transformándose en orinal.
Un día llegará ese aprendiz,
que con fervor oculto,
se asomará desde mi raíz,
hasta convertirse en un adulto.

6
Retumba mi puerta,
no encuentro mis pantalones,
me acerco y la dejo entreabierta,
a ver quién toca los cojones.
Loco entumecido,
con cara de sorpresa,
jamás hubiera imaginado,
que aquella persona fuera,
la misma que yo quisiera.
Pregunté qué deseaba,
respuesta clara no hubo,
cordial le invité a pasar,
pero se desvaneció con el humo.
A veces me le encuentro,
cuando menos me lo espero,
a ese que soy yo,
ese yo que siempre anhelo.

7
Si fuese yo el loco,
podría morir con gusto,
moriré un día por susto,
cuando no vea lo que toco.
Tácito te hablé ayer,
pero tú me ignoraste,
despacito te encontré,
y que rápido te marchaste.
mañana dejaré de ser,
otro ser cognitivo,
poco a poco voy perdiendo,
hasta el más valioso,
hasta el más imprescindible,
hasta el más cruel de mis sentidos.
Pues un día no los necesitaré,
cuando mi voluntad esté contigo.

Si un día soplo,
y no sale aire,
sabré que he muerto,
no seré esclavo de nadie.


8
Te echo de menos,
tanto que casi ya no te recuerdo,
estoy encerrado y confinado,
acomodado y acostumbrado,
a esta no vida de ser humano.
Echo de menos el verde de tu mirar,
la libertad de caminar,
siempre a tu lado con cara de felicidad.
Echo de menos aquel día,
en el que tuviste mi corazón,
y es que tan solo fue un momento,
pero encontré mi camino y motivación.
Estoy cansado de no poder verte,
de quererte y no tenerte,
de comprenderte y ver que nadie mas ve,
que todo lo que hay en ti es arte.
Estoy cansado de ver como te maltratan,
como te atan y te matan,
o queman los árboles de tus bosques,
pues hasta los humanos tienen corteza,
que solo desaparece al comprender,
la belleza de la naturaleza.

9
Soy un reducto de lo que algún día fui,
siempre pensando en el pasado,
y al final empezaré a hacer aquello que siempre debí,
cuando ya me haya casado,
y seguiré aplazándolo,
alargándolo,
engañándome a mi y a aquellos a los que estoy contándoselo.
No tengo excusa,
la vagancia me corroe y no tengo musa,
murió cuando mi mente aun era reclusa del odio y la inmadurez,
extensa.
Inmensa ignorancia venida de un conocimiento aislado en mi,
y no en los otros,
marcándome como diferente.
Y entre tanta gente el ser diferente puede resultar hiriente,
entonces mi ignorante mente asimiló,
que era mejor rendirse ante tanta incógnita e interrogación,
que la curiosidad al final sí mató al gato,
y que hay pocas personas como yo.
Todo mentiras.


Un saludo de Mykke y sus delirios.